Escrito por la periodista Tami Shem-Tov, "La niña de los tres nombres", editado por Emecé, cuenta cómo Jacqueline van der Hoeden cambió de nombre, de familia, de ciudad y tuvo que "mentir a todos para seguir con vida", y es un homenaje a esos "héroes invisibles", esas gentes corrientes pero extraordinarias que arriesgaron su vida para poner a salvo la de ella, afirma esta superviviente agradecida. Os recomiendo su lectura.
El libro está dedicado "a Vonnet, al doctor Henry Kohly, a Alice y al doctor Hary Cooymans", personas todas ellas "que salvan vidas", dice Nili Goren, y revela el amor de un padre por su hija, a la que consiguió mantener esperanzada acerca del reencuentro con su familia a través de unas cartas llenas de poesía, de color y de risas. Los originales son admirados hoy por miles de niños, después de que hubieran sido donados al departamento del Museo del Holocausto Beit Lojamei Haguetaot, de Israel, dedicado a ellos. Es una historia conmovedora e intensa, un libro que huye del dramatismo, para acercarnos a un contexto bélico en el que la esperanza se mantiene gracias a la buena gente.
El libro está dedicado "a Vonnet, al doctor Henry Kohly, a Alice y al doctor Hary Cooymans", personas todas ellas "que salvan vidas", dice Nili Goren, y revela el amor de un padre por su hija, a la que consiguió mantener esperanzada acerca del reencuentro con su familia a través de unas cartas llenas de poesía, de color y de risas. Los originales son admirados hoy por miles de niños, después de que hubieran sido donados al departamento del Museo del Holocausto Beit Lojamei Haguetaot, de Israel, dedicado a ellos. Es una historia conmovedora e intensa, un libro que huye del dramatismo, para acercarnos a un contexto bélico en el que la esperanza se mantiene gracias a la buena gente.
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