6 de abril de 1652. Un puñado de jardineros holandeses desembarca en la punta extrema de África del Sur. Su misión: hacer crecer ensaladas para la tripulación de la poderosa Compañía de las Indias Orientales de Ámsterdam, diezmada por el escorbuto. En esta aventura agrícola no existe sombra alguna de ambición de conquista colonial. Pero estos hombres, y los inmigrantes que se unen a ellos, pronto retan a las junglas infestadas de bestias salvajes y de moscas tsé- tsé para adentrarse en el corazón del continente. Van a escribir el primer capítulo de la historia de un país que todavía no existe: África del Sur.
viernes, 7 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario